lunes, 11 de marzo de 2013

UN DÍA DE MARZO



UN DÍA DE MARZO.

Como de costumbre después de unas horas sin saber ni a donde estaba, por estar profundamente dormido, Dios me volvió a regalar el milagro de vivir.

Sin darme cuenta  me sentí despabilado, como decimos en mi terruño, y a tomar mi primera decisión bañarme o hacerme el maje.

Bañarme,  gano lo correcto y me metí a la ducha agua fría o caliente y sin pensarlo me metí bajo el chorro de agua caliente. Que delicia sentir este montón de agua sobre mí.

Una vez realizadas todas las tareas normales para verme presentable, le dí los buenos días al mundo, y como siempre ofrecer este nuevo día a mi DIOS, Y A MI MADRE.

Mi primera tarea fue sentarme a desayunar, un desayuno de dieta, buen café con leche pan tostado y de vez en cuando un pedazo de queso semiduro.

completadas las rutinas de lo rutinario decidí iniciar un nuevo momento, compuesto de horas minutos y segundos para vivir mi historia y para seguir escribiendo en mi bitácora personal mi vida.

BUENOS DÍAS.