jueves, 9 de febrero de 2012

MI CARTA SIN GUIONES CON PUNTOS Y COMAS.

Carta sin destinatario.

Estimada amiga te escribo una carta que ha nacido de mi mundo interior, ese mundo donde el alma y el conocimiento se abrazan o se molestan de vez en cuando, y  sin seguir ningún guión, me atrevo a responder una pregunta muy profunda, porque el dolor de mi alma hace que el dolor de mi cuerpo desaparezca.

Nunca había pensado ni experimentado esta realidad, pero si se me ocurrió tocar el tema para ver si logro salir airoso de este nuevo ensayo.

Siempre he creído que Dios nos hizo increíblemente perfectos incluyendo nuestros defectos, y algo que toda la vida me ha parecido maravilloso es la interioridad que nos dejo, ese lugar mágico o no, pero lleno de todo lo vivido, bueno malo menos malo mas bueno no importa, es nuestra realidad vivida y almacenada en ese mundo interior, mundo total y absolutamente impenetrable,  Dios no lo hizo a prueba de todo, no hay posibilidad de ver y conocer ese mundo personal solo cada uno con su mundo, donde están todos nuestros registros segundo a segundo de todo lo vivido.

Porque toco este tema de esta manera, simplemente porque nuestros dolores son tan íntimos que no hay forma de que algún ser incluso el mas querido pueda llegar a el, lo mismo con nuestras alegrías, con nuestros temores, con nuestras obsesiones, en fin con todo nuestro mar de sentimientos y montañas de vivencias, nuestros ríos de pasión, y nuestras llanuras de paz y de tormenta, nuestros lagos de  sentimientos de solidaridad y todas nuestras creencias o no, nuestros valores y nuestra particular y personalizada forma de ser. Esto es lo que yo llamo un mundo perfecto bello y justo, que quizás por nuestra particularidad, y nuestro entorno de vida, y nuestra humanidad, que nos genera nuestras condiciones para vivir, nuestras limitaciones físicas o mentales, todo aquello que nos afecta o nos motiva, nuestras relaciones cotidianas,  nuestros éxitos y fracasos, nos condicionan desde lo externo a lo interno a modificar ese mundo que siempre será bello perfecto y justo. Aunque no lo percibamos.

Es en este mundo donde el dolor del alma se da, es en este mundo donde las fuerzas nos llegan o se nos van es en este mundo donde los temores y la fe algunas veces nos quiebran, pero es desde este mundo en donde encontramos nuevas fuerzas para seguir viviendo a pesar de los pesares y a pesar de todo lo bueno o malo que nos suceda. En este mundo desaparecen todos los dolores físicos, y nos sensibilizamos a los dolores afectivos y  a los del alma. 

Termino la carta y no tengo la respuesta, pero pude como siempre con mis alocados pensamientos y razonamientos decirte con todo mi cariño que te entiendo aunque no tenga las respuestas oportunas.