lunes, 11 de abril de 2011

Fin de un lunes de Abril.

Comenzar a escribir sobre un fin del inicio de la semana en Abril, es como escribirle una canción de amor a un bombillo, bueno algo parecido, pero todo momento cuando hay algo aunque sea mínimo de inspiración, es bueno tomarse en serio y poner los dedos sobre estás teclas y tic tic tac tac, y a ver que se sale.


Un lunes quizás sea para muchos el día perfecto, para otros el día imperfecto, pero que culpa tiene un lunes en mi vida o en la de los demás o seres que andamos en este mundo como gato panza arriba, es decir totalmente inmersos en nuestro lunes, en nuestro yo, en mi caso en donde yo y yo somos los protagonistas únicos y totales de mi historia personal. 


Pero que me está sucediendo, me he modificado día a día y no me he dado cuenta, esta modificación de la cual hago mención de honor, me ha dado variaciones de todo tipo desde las muy buenas hasta las malas de verdad.


Las muy buenas son mi obligación las malas son una irresponsabilidad de mi parte es decir de mi yo, o en términos concretos de mi.


Y hablar de obligaciones o de responsabilidades e irresponsabilidades hoy lunes en este siglo de las mil y una ocurrencias, no es nada ni sera nada nuevo, simplemente es decir lo de todos los días, pero hoy por ser mi lunes y en su END, perdón en su FIN, así dicen los que si saben escribir, es una falta de respeto para los eruditos escritores, pero yo sigo siendo aquel que sin temor ni son bailo al compás de lo absurdo y de lo irracional, del poco conocimiento de la realidad y de la realidad que me debe interesar de tu realidad de mi realidad de la realidad de cada uno, si  de cada uno de nosotros, diciendo en plural nosotros y no yo ni tú.


El final se acerca ya y yo lo veo serenamente, porque dicen que un lunes ni las gallinas ponen, así que esto me da aliento para pensar que los lunes son días de mantequilla, sin son ni ton, es decir mi verdadera semana comienza mañana martes, y será diferente al lunes, mientras no sea martes de moda,  dicen que si puede ser mejor, porque en la tradición popular es como un domingo siete, es decir una irreverencia, o algo irracional y salido de contexto.


Pero yo este yo amigo desea un final de lunes precioso y muy hermoso, y un martes especial, a todos los yo disfruten de su lunes, de su martes y hasta de los domingos siete, porque lo importante para mi yo es que tu yo sea feliz, viva en armonía y vea todos los días color de rosa, este sería el final pero como el cuento no lo comencé el final no existe,  solo un  continuará si logró mejorar mi inspiración y mi cerebro se conecta racionalmente.